El mayestático Amazonas, el más largo y anchuroso de los ríos del universo, tiene alrededor de 6.800 kilómetros de longitud. Nace en el Arroyo de la Apacheta, a 5.150 metros sobre el nivel del mar en la región peruana de Arequipa (una sencilla cruz de madera marca el origen del cauce). De su enorme caudal de agua que aporta al mar, 250 mil metros cúbicos por segundo, es la mayor reserva mundial de agua dulce. Tanto que en su desembocadura el agua del océano pasa de salada a salobre. Hay partes tan anchas que la distancia de una orilla a otra es de casi trescientos kilómetros. La fuerza de la corriente se aviva por la crecida de las aguas que producen sus lluvias torrenciales y violentas. En su recorrido recibe más de un millar de afluentes prodigiosos.
La selva del Amazonas tiene una extensión aproximada de 7 millones de kilómetros cuadrados de densa vegetación. Una extensión semejante a toda Europa Occidental, distribuidos entre Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Las Guayanas, Surinam, Ecuador y Venezuela.
Su imponente vegetación, el verde perenne de la jungla, alcanza medio centenar de metros de altura que apenas deja filtrar el 5% de la luz solar. Una población de 700.000 personas, que hablan 180 lenguas distintas, y la forman 255 pueblos. Es una de las regiones más ricas del mundo tanto biológica como económicamente. Allí se encuentra el 50% de la biodiversidad mundial y el 70% de las especies animales y vegetales del planeta. Brasil alberga la mayor parte de la Amazonia, casi un 60%.
Por su biodiversidad, es el mayor ecosistema del mundo. Produce el 20% del oxígeno de todo el planeta. Entre sus pliegues de abigarradas hojas y plantas, viven 60.000 especies arbóreas, centenares de mamíferos; 1500 especies de aves y peces diferentes; dos millones de especies de insectos, más de mil plantas medicinales, y una gran número de reptiles, anfibios y microorganismos sin clasificar, además del 20% de las especies de primates del planeta. Casi 6000 islas se esparcen por su líquido curso.
La explotación maderera expolia la Amazonía en la actualidad reduciendo su tamaño forestal. La Comunidad indígena defiende la preservación integral del Amazonas para poner freno a sus explotaciones agrícolas y mineras, y el tráfico ilegal de animales, denunciando la destrucción de la selva y sus culturas.
El Río Amazonas fue bautizado así por el descubridor español Francisco de Orellana quien, junto a 57 de sus hombres, fue el primero en navegar por sus aguas en 1541. La ruta de Orellana le llevó a descubrir y navegar la cuenca más extensa del mundo, uno de los periplos más asombrosos de la historia de los descubrimientos de la humanidad.